Estreñimiento: diagnóstico
El estreñimiento o constipación es la ralentización del tránsito intestinal con las consiguientes irregularidades en la evacuación. El tratamiento del estreñimiento comienza identificando las causas del trastorno y, por lo tanto, con un diagnóstico correcto.
De hecho, el estreñimiento puede deberse a diversos factores y manifestarse con diversos síntomas. Por eso, especialmente en caso de estreñimiento crónico, es esencial consultar al médico.
Durante la visita el especialista creará un historial clínico preciso evaluando:
- frecuencia de las evacuaciones
- cantidad de heces producidas
- forma y consistencia de las heces
- dificultad en el momento de la evacuación
- sensación de evacuación incompleta
- situaciones de alta tensión o estrés
- hábitos alimentarios y estilo de vida
Dependiendo de los síntomas, el especialista puede complementar el historial y el examen clínico con algunas pruebas de diagnóstico, como:
- manometría anorrectal: para evaluar la presión ejercida por los esfínteres anales;
- estudio de los tiempos de tránsito intestinal: para diagnosticar el estreñimiento por tránsito intestinal ralentizado;
- colonoscopia: para examinar el colon e identificar anomalías como pólipos, divertículos o masas tumorales que podrían comprometer el tránsito intestinal normal.
Esta información permitirá al proctólogo definir la terapia más apropiada.
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Estreñimiento: prevención y alimentación
En ausencia de patologías específicas, algunas medidas pueden ayudar a prevenir el estreñimiento:
- dieta rica en fibra que ablanda la masa fecal y acelera el tránsito intestinal;
- consumo moderado de alimentos con propiedades astringentes como zumo de limón, patatas cocidas, arroz;
- aporte adecuado de líquidos, que ablandan el bolo fecal y favorecen su expulsión;
- actividad física regular para favorecer la actividad intestinal;
- tiempos y modos de evacuación adecuados: seguir el estímulo de defecación y dedicar el tiempo adecuado a las funciones intestinales ayuda a evitar la deshidratación del bolo fecal;
- comidas regulares para ayudar a la regularidad y el bienestar intestinal.
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Riesgos y consecuencias del estreñimiento
El estreñimiento puede tener consecuencias para nuestra salud y favorecer la aparición de otros trastornos anorrectales. Las consecuencias y los riesgos asociados con el estreñimiento incluyen:
- Hemorroides
Una de las posibles consecuencias del estreñimiento es la enfermedad hemorroidal. De hecho, el estreñimiento es uno de los factores subyacentes de la aparición de hemorroides. El esfuerzo excesivo durante la evacuación causa congestión de las almohadillas hemorroidales. La inflamación de las hemorroides puede volverse crónica y llevar a la aparición de prolapso hemorroidal. - Fisuras anales
En presencia de estreñimiento, las heces suelen ser duras y voluminosas, y son difíciles de evacuar. Por eso, durante la evacuación pueden causar laceraciones de la mucosa del canal anal. El dolor resultante lleva a retener la defecación, dando lugar a una mayor deshidratación y endurecimiento de las heces. Esto desencadena un círculo vicioso que puede llevar al cronicismo de las fisuras anales. - Hinchazón y tensión abdominal
La hinchazón y tensión abdominal son algunas de las consecuencias más comunes del estreñimiento. La materia fecal que se retiene en el intestino crea hinchazón y gases intestinales, y el abdomen suele doler al tacto. - Problemas de la piel
Las impurezas de la piel y la tez opaca pueden asociarse a períodos prolongados de estreñimiento. El cuerpo está cargado de toxinas de las que no puede liberarse mediante la evacuación. - Fatiga y trastornos anímicos
Nuestro sistema nervioso necesita sustancias nutrientes y sales minerales para funcionar correctamente. Estas sustancias son absorbidas por la sangre durante el proceso digestivo. En caso de estreñimiento crónico, la reducción de la absorción de nutrientes y el aumento de toxinas en el cuerpo pueden promover la fatiga y los trastornos del estado de ánimo. - Infecciones urinarias
La ralentización del peristaltismo provoca alteraciones en la flora bacteriana intestinal. Esto puede promover el crecimiento de bacterias patógenas dañinas que pueden propagarse al tracto urinario causando infecciones.
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Remedios contra el estreñimiento
En el mercado existen numerosos remedios para combatir el estreñimiento. Cada uno de ellos actúa con diferentes mecanismos de acción:
Laxantes
- laxantes de masa (celulosa, agar, goma guar, salvado): a base de fibras insolubles, aumentan el volumen de las heces y las ablandan absorbiendo agua. Para evitar la obstrucción intestinal es esencial tomarlos con una cantidad adecuada de líquido;
- laxantes estimulantes o de contacto (antraquinónicos, antracénicos, bisacodilo, fenolftaleína, etc.): a base de principios activos irritantes que actúan sobre las paredes intestinales aumentando las contracciones y favoreciendo así el avance del bolo fecal a lo largo del intestino. Pueden provocar calambres y dolor abdominal. Estos productos deben usarse solo cuando sea necesario y por períodos limitados;
- laxantes osmótico-salinos o electrolíticos (sales de magnesio, macrogol, lactulosa, sorbitol): atraen y retienen el agua, dando a las heces una consistencia semisólida o líquida. Cuando se toman en dosis altas tienen un efecto bastante rápido. No están libres de contraindicaciones, como meteorismo y alteraciones electrolíticas;
- laxantes emolientes y lubricantes (aceite de almendras, aceite de vaselina, parafina líquida): lubrican las paredes intestinales y el bolo fecal, favoreciendo su expulsión.
Todos los laxantes, si se usan de forma incorrecta, pueden dañar la función intestinal. El abuso de estos productos puede irritar las paredes del colon y disminuir su capacidad de contraerse de forma autónoma. Además, los laxantes pueden reducir la absorción de fármacos y nutrientes. Por eso, es importante usarlos solo si es estrictamente necesario y siguiendo las indicaciones del médico.
Fármacos procinéticos
Fármacos que promueven las contracciones intestinales y el peristaltismo (p. ej., metoclopramida, linaclotida).
Los efectos secundarios de esta categoría de fármacos varían según el principio activo. Los principales efectos adversos de muchos de estos fármacos son dolor de cabeza, vértigo, somnolencia. Algunos procinéticos también pueden comprometer el control de la evacuación y causar incontinencia fecal.
Clíster, enteroenema, microenema
Productos a base de sustancias emolientes (p. ej., glicerina) que ablandan la consistencia de las heces en el último tramo del intestino, reduciendo el esfuerzo durante la defecación.
Existen diversos tipos y formatos dependiendo del tamaño y volumen de líquido introducido.
Los microenemas tienen una acción más delicada que los enemas comunes y son mejor tolerados por los niños y los que sufren de hemorroides, fisuras anales o colon irritable.
Supositorios de glicerina
Los supositorios a base de glicerina ablandan las heces en el último tramo del intestino, facilitando su evacuación.
Estos productos suelen tolerarse bien. Sin embargo, pueden tener algunos efectos secundarios incluyendo diarrea, irritación anal, náuseas, meteorismo. Por lo tanto, estos productos también deben usarse solo cuando sea necesario y siguiendo las recomendaciones del médico.
Los laxantes, fármacos procinéticos, clísteres, enemas y supositorios deben usarse durante períodos cortos. El uso prolongado de estos remedios puede dañar el funcionamiento normal del intestino. El abuso de estos remedios para el estreñimiento puede hacer imposible evacuar sin ellos.
Sin embargo, hay suplementos en el mercado que permiten restablecer el equilibrio intestinal de una manera natural, sin los efectos secundarios asociados a estos productos.
Suplementos alimenticios de fibra
Según la OMS, es importante introducir en nuestro organismo al menos 10 g de fibra por cada 1 000 kcal ingeridas. Los productos industriales refinados y los malos hábitos alimentarios pueden causar deficiencia de fibra. La ingesta insuficiente de fibra pone a prueba la salud intestinal.
Si resulta difícil tomar fibra a través de la dieta, se pueden utilizar suplementos alimenticios específicos.
Los suplementos alimenticios de fibra ayudan a restablecer el equilibrio intestinal sin los efectos secundarios asociados a los laxantes, fármacos, enemas y supositorios. Los suplementos de fibra también se pueden tomar regularmente durante períodos prolongados.
De la investigación de THD nace THD Fibraid®: suplemento alimenticio a base de fibra.
THD Fibraid® es un suplemento de fibras naturales y Zinc, útil para mejorar la función intestinal.
Los suplementos de fibra están asociados con la ingesta de cantidades adecuadas de agua para poder realizar su acción.
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