Fístulas anales: diagnóstico
El diagnóstico de fístula perianal se realiza durante la visita proctológica. La fístula se identifica mediante exploración rectal y palpación de los tejidos que rodean el ano. Para identificar posibles lesiones secundarias, el especialista también puede utilizar la ecografía transanal.
Después del examen objetivo, el especialista recomendará la terapia más apropiada.
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Fístula y absceso anal
La terapia para la resolución de la fístula anal es la cirugía. La intervención se realiza con diferentes técnicas y procedimientos dependiendo del tipo de fístula.
Si la fístula está asociada con un absceso anal, la intervención debe combinarse con el tratamiento del absceso perianal. Las fístulas anales representan la fase crónica del absceso anal. Las fístulas anales y el absceso anal se consideran dos etapas de la misma enfermedad.
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Absceso perianal: terapias
El absceso perianal puede extirparse en modo ambulatorio o mediante cirugía.
Cuando el absceso es superficial, el cirujano puede extirparlo en modo ambulatorio con anestesia local. Durante el drenaje del absceso perianal, el cirujano incide la piel sobre el absceso y drena el pus presente en su interior.
Por el contrario, si el absceso es profundo, es necesaria una intervención quirúrgica con sedación profunda. Durante la operación, el cirujano aspirará el pus y evaluará si tratar también la fístula anal.
Para la resolución de la fístula anal siempre se requiere intervención quirúrgica.
Las técnicas utilizadas dependen de las características de la fístula y de los síntomas, y no están exentas de riesgos. Veámoslas en detalle:
- Fistulotomía
El cirujano incide la fístula a lo largo de toda su longitud para favorecer la formación de una cicatriz plana desde el interior hacia el exterior. Este procedimiento quirúrgico se utiliza principalmente para fístulas más pequeñas y superficiales. - Fistulectomía
La fístula anal se extirpa completamente. El cirujano reconstruye la fisura que se forma en los esfínteres utilizando un colgajo de mucosa y submucosa del recto. Esto limita el daño al esfínter anal y, por lo tanto, el riesgo de incontinencia. - Setón
Para fístulas anales más profundas y extensas, se utiliza una cirugía en varias etapas. La operación se realiza en varias fases para evitar daños al esfínter anal.
En este procedimiento, el cirujano inserta un pequeño tubo, llamado setón, en la fístula. El setón permite seccionar y drenar el contenido de la fístula hacia el exterior.
En cada visita, el cirujano reposiciona y vuelve a tensar el setón para completar progresivamente el tratamiento. De hecho, el cirujano deja a la porción del esfínter seccionada el tiempo para sanar entre visitas. La duración del tratamiento suele ser de unos pocos meses en los que se pueden realizar las actividades diarias normales. - Cierre con cola de fibrina, colágeno o plug
El cirujano inyecta una sustancia llamada cola de fibrina en la fístula anal para ayudar a cerrarla. La cola de fibrina se obtiene de sustancias coagulantes presentes en el suero humano. Alternativamente, el cirujano puede inyectar colágeno o implantar pequeños cilindros de material biocompatible llamados plug. Esta técnica es sencilla y poco invasiva, pero tiene una alta tasa de recurrencia. - Técnicas mínimamente invasivas: LIFT y VAAFT
En los últimos años se han desarrollado nuevas técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas. Estas técnicas permiten reducir la estancia hospitalaria y las complicaciones de la intervención: - Técnica LIFT | Ligation of intersphincteric fistula tract
Procedimiento quirúrgico particularmente complejo. La técnica LIFT consiste en abrir el espacio interesfinteriano, y ligar y seccionar la fístula. Al final de la intervención, la incisión se cierra con una sutura. Esta técnica protege la integridad del esfínter anal interno y externo. - VAAFT | Video Assisted Anal Fistula Treatment
Técnica quirúrgica de varios pasos para el tratamiento de las fístulas anales más complejas. La técnica VAAFT permite seguir todas las fases operatorias a través de un monitor y reducir el riesgo de daño al esfínter. El procedimiento consta de dos fases: - fase de diagnóstico: identificación del trayecto y del orificio interno de la fístula;
- fase operativa: destrucción de la fístula desde el interior, extracción del material necrótico y cierre del orificio interno.
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